Diario de un Ser Ficticio

Mañana comenzamos nuestras clases de nuevo por lo que decidimos tratar de disfrutar de nuestro último día antes de tener la agenda apretujada.

Por la mañana, fuimos al gimnasio, como de costumbre. Como es de costumbre, tras las vacaciones, la gente vino en masa para apuntarse, creando colas que le llevan a uno a preguntarse si regalan algo en información. Lo más seguro que que toda esa muchedumbre acabe borrándose a los 15 días-1 mes por lo que me tocará aguantar durante este tiempo el agobio de no poder moverse como uno quiere. Aunque quien más me da pena es Master porque quienes más se apuntan son abuelitas que vienen atraidas por el spa y, según me cuenta Master, andan por el vestuario en cueros sin ningún tipo de pudor.

Después del gimnasio, fuimos a tomar algo de desayunar y decidimos ir a hacer unas compras ahora y pasar la tarde con el ejército. Después de mirar durante horas tiendas, buscando un vestido para una fiesta a la que tendremos que acudir dentro de poco, pensamos en volver pero las cosas dieron un giro inesperado y por causas de la vida, no llegamos a casa hasta muy tarde.

Cuando volvimos, nos encontramos con que una de nuestros subordinados, Yuzuki, estaba siendo acosada por unos mensajes anónimos, metiéndose en su vida personal. Quise ayudarla pero resulta que esto venía de antes y no se me había comentado nada por lo que no pude aportar mucho que digamos. Hice lo más que pude, como Master, y nos despedimos de ella porque también se tenía que ir a dormir para ir a clases...

*Sigh* Prácticamente esta semana todos estaremos ya en nuestros respectivos lugares de estudio y con menos tiempo... Pero bueno, ¡no hay que deprimirse! ¡Avanzaremos con paso firme y solucionaremos todos los problemas y temores que surjan en nuestro camino! ¡Tanto nuestra vida personal como el Ejército BTW seguirán adelante!