Diario de un Ser Ficticio

Master me contó los planes que estaba trazando con Itsung sobre el Ejército BTW y el ataque. Me hizo prometer que no diría nada por lo que mantendré mi promesa y lo guardaré hasta que se cumpla lo establecido.  A pesar de que estaba en contra del plan al principio, sin duda me pareció la mejor de actuar y haré todo lo posible para que pueda salir tal y como Master espera.

Itsung volvió a aparecer por la base y esta vez pude estar con ellos durante su reunión. Aunque no me caiga bien mi "hermano", he de decir que no es malo planeando estrategias. Después de nuestros planes (en los cuales pude ayudar un poco), fuimos a dar una vuelta por la feria, aprovechando que aun estaba. Itsung dijo que no le hacía mucha gracia esas cosas y se fue, diciendo que volvería luego. Mejor, no quiero que se pegue mucho a mi Master.

Conseguí un osito de peluche en una máquina expendedora de esas con gancho para Master, lo cual hizo que sonriera un poco~ Veré si puedo hacerle una foto mañana para que lo veais. Al rato, Master volvió a casa y yo seguí paseando con Saki, quien se fue volando tras encontrarnos con Neku y Aqua.

Neku parece que está demasiado tenso, como si esperara que le fuera a dar un golpe o algo, mientras que Aqua estaba más tranquila, aunque quizás un poco agobiada ante la tensión de Neku. Éste me dijo que habían recibido un ataque en la base y que una rosa negra entró por la ventana y se clavó en la pared. Me la enseñó, insistiendo que había sido Master, que le había intentado asesinar, pero no le creí. ¿Por qué haría Master algo así? Además, a Master le gustan las rosas rojas, no negras. Para que se calmara, les di unos trozos de bizcocho que había hecho esta mañana y me fui pensativo.

De camino a casa me encontré con Itsung, quien parecía bastante feliz. Le pregunté que mosca le picaba y me dijo que se había divertido un poco asustando a los BTW. Comprendí entonces que la rosa la había lanzado él por lo que le eché la bronca pues pensaban que había sido Master. Lo único que hizo fue ignorarme y marcharse alegando que si ellos eran incapaces de reconocer cuando les ataca Master u otro enemigo, lo mejor sería que desaparecieran del mapa. Por supuesto, me cabreé con él y le lancé una piedra que había por ahí pero la cogió al vuelo, sin tan siquiera mirarme, y se fue.

Agh... Cómo odio tener que colaborar con él pero tendré que tragarle hasta que esto termine...