Diario de un Ser Ficticio

A pesar de que todo esté tranquilo, siento como si algo fuese a ocurrir de un momento a otro. Reside en mi una sensación de como si el mundo estuviera conspirando a gran velocidad y no me diera cuenta de nada. Aturdido por tal incomodidad, decidí ponerme a hacer un pastel de manzana para así calmar un poco mi mente.

Como no tenía suficientes ingredientes, salí a comprar lo que me faltaba acompañado de la pequeña hada (que, por cierto, me contó por fin que se llama Sakuko Saki, prefiriendo que la llame Saki a secas). Cuando obtuve los ingredientes necesarios, llevé a la pequeña Saki a tomar un helado, por ayudarme con las cosas. Lo aceptó alegremente y sonrió... Comienzo a preguntarme si volverá algún día a su mundo aunque me daría pena pues la comienzo a coger cariño. De vuelta a casa volví a encontrarme con Neku y Aqua. Les conté que presentía que se avecinaba algo pero creo que solo Aqua me hizo algún tipo de caso. Neku parecía estar un poco ausente... Supongo que es normal pues aun no se han sanado los roces que se producieron días atrás. Fui a presentarles a Saki pero parece ser que se escondió en algún lado. Es bastante tímida.

Me despedí de ellos y proseguí mi camino. Saki volvió a mi lado (bastante sonrojada) y me ayudó a hacer el pastel (y unas magdalenas porque nos sobró masa y lo aprovechamos en otros moldes). Merendamos junto a Master, vimos la tele un poco y le conté a Master sobre mi encuentro con Aqua y Neku. Master se limitó a mirar hacia otro lado, como ignorando ese hecho y se tumbó en el sofá. Como notando la tensión en el ambiente, Saki salió a dar una vuelta y yo decidí que lo mejor sería irme a la habitación.

Me tumbé en la cama y cerré los ojos, pero sin llegar a dormirme. Lo cierto es que me sentía bastante deprimido por la actitud de Master estos días... Por no hablar de ese misterioso trato con Itsung del que no quiere decirme nada. Oí como se abría la puerta de la habitación y se sentaba a un lado de mi cama. Supuse que sería Master pero no abrí los ojos... No me apetecía hablar ahora. Master pareció notarlo, me dio un beso en la frente y se marchó. Abrí los ojos pero solo pude ver como se marchaba silenciosamente. Di un suspiro y volví a cerrarlos. Sin darme cuenta, me quedé dormido.

Cuando desperté, pude oir que el indeseable de Itsung estaba en casa y estaba hablando con Master. Esta vez pasé de levantarme y escucharles desde aquí. No se escuchaba muy bien pero pasaba de levantarme y arriesgarme a ser descubierto espiando pero pude oir claramente que estaban planeando un ataque directo a la base BTW. Me sobresalté ante ese hecho... ¿¡De verdad Master se había unido al Ejército Monocromo!? Y no solo eso, ¿realmente pensaba atacar a sus antiguos compañeros? No puede ser, eso debía ser imposible. Espero que lo que sea que escuchase no fuese real, sino un mal sueño. Pero, de ser verdad, debo de hacer algo al respecto. No puedo enfrentarme a Master, tengo que permanecer a su lado pase lo que pase... Aunque tampoco estaría mal dar un pequeño aviso a los demás, ¿no? Quiero decir, son nuestros amigos... ¿Estaría traicionando a Master de esa forma? ¿Qué debo hacer...?

Oí como Master se despedía de Itsung y entraba en la habitación. Cerré los ojos rápidamente para que no supiera que estaba escuchando pero creo que sabe que lo oí... Miré a Master y me sorprendí de su estado. Parecía estar a punto de romper a llorar de un momento a otro. Rápidamente me levanté y me dirigí a darle un abrazo. Lo único que pudo decirme fue "...lo siento...No tengo elección..." y se puso a llorar. Me quedé bloqueado ante tal actitud pero traté de calmar las cosas como pude... No quiero ver a Master así...