Diario de un Ser Ficticio

Esta tarde, mientras jugaba a la play, llamaron a la puerta. Creyendo que era Itsung quien volvía, fui a abrir yo antes de que Master lo hiciera "por si acaso". No era él sino la vecina de al lado. Al parecer, quería preguntarnos si teníamos limón para un bizcocho que estaba haciendo pero más bien creo que vino a cotillear. En el momento que fui a la cocina a ver si me quedaba alguno, entró sin cortarse ni nada y comenzó a marujear sobre como teníamos la casa.

Amablemente, Master se acercó a hablar con ella pero creo que Antonia (que así es como se llama la señora) estaba más interesada en los cacharros de los muebles que en hablar del tiempo. La cosa cambió cuando vio cierto objeto y preguntó a Master qué era. Omitiendo detalles, Master le contó la historia... Eso fue lo que desencadenó que Antoñi sacara su maruja interior y empezase a hablar y hablar y hablar... Vamos, que cogió a Master, se sentaron en el sofá y ahí pasó la tarde hablando y autoinvitándose a una taza de café.

Traté de volver a ponerme a jugar con la play pero la señora no me dejó porque decía que hacía mucho ruido y no la dejaba hablar. Sinceramente, no sé quien se supone que es el maleducado aqui. Si yo por continuar con lo que estaba haciendo hasta que vino ella a dar la plasta o la señora por dejar al pobre limón de lado y ponerse a marujear.

Con la excusa de que era tarde y había que hacer la cena, Master consiguió echarla de casa. Al parecer, Antoñi se lo había pasado tan bien que se dejó al pobre limón en la mesa... Espero que no vuelva por aqui, sinceramente = A =